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En el vibrante mundo de los videojuegos, donde los grandes titanes como Sony, Microsoft y Nintendo suelen captar toda la atención, hay un movimiento que está creciendo con fuerza y creatividad: los videojuegos indie. En Chile, este movimiento no solo está vivo, sino que está floreciendo, demostrando que no se necesitan presupuestos millonarios para crear experiencias memorables y profundamente entretenidas.
Una joya en este tesoro emergente es "Cris Tales", un juego que, aunque no es chileno, ha inspirado a muchos desarrolladores locales por su innovador enfoque narrativo y estético, combinando con maestría el arte de los juegos clásicos de rol con mecánicas modernas. Sin embargo, hablando de talento local, "Bear Story", ganador de un Oscar al mejor corto animado, ha demostrado que Chile tiene lo necesario para contar historias que cautivan a un público global, y esto se está trasladando al ámbito de los videojuegos indie.
Desarrolladores chilenos como ACE Team y IguanaBee están liderando la carga, creando juegos que no solo son divertidos de jugar, sino que también son visualmente impresionantes y únicos en su narrativa. Por ejemplo, "The Eternal Cylinder" del ACE Team te invita a explorar un mundo alienígena surrealista, lleno de criaturas extrañas y desafíos que ponen a prueba tu ingenio y tu capacidad de adaptación.
Los videojuegos indie en Chile están demostrando que, con pasión y creatividad, es posible crear mundos donde los jugadores no solo se divierten, sino que también experimentan historias, culturas y perspectivas nuevas. Estos juegos son la prueba de que el futuro del gaming incluirá voces más diversas y visiones más amplias, donde cada jugador puede encontrar algo que resuene con él, más allá de los éxitos de taquilla habituales.
